viernes, 18 de abril de 2025

A mis hijos para que sean lo que ellos decidan



A mis hijos


A veces me pongo a pensar cómo es que perdimos lo que nos enseñó mi Mamá Inés. A tener un restaurante y no depender de nadie y sacar adelante toda una familia y ayudar a los demás. A no quedarte en el mismo sitio y seguir adelante. Olvidar tu país y hacer propio el país de tus hijos y morir donde casi nadie te conoció y volver a que entierren tus restos donde la mayoría que te quiso  para que te puedan  llorar con amor. A ser resilientes y no dejar de intentar. A veces creo que sólo yo le creí y he seguido intentando. Quisiera poder hacer que vivan lo que yo viví, no por el dolor que sentí; sino por hacer en sus vidas una coraza para que nadie los venza. Así les hagan sentir que  ustedes están  vencidos. Nadie podrá hacerlo. El secreto es que nadie sabe lo que sienten. Y uno determina lo que es y lo que no. El tiempo ayuda a desarrollar  la mejor versión de ustedes mismos. Y tener a una mujer como su mamá, que los entienda, es la mejor parte del camino. Con eso ya ganaron parte del cielo. 

Desde que empecé a escribir cuando era niño, sentía que cada letra en el papel se llevaba algo de mi vida. Era como morir y dejarlo escrito. No se si los escritores mueren porque derrochan tanto, que su obra les termina absorviendo lo que son. Porque son curiosos indomables y libres en su hacer. Nadie los detiene en ese momento introspectivo en que llegan las almas y les comparten secretos que nadie más ve. Y pelean con Dios como si lo conocieran. Y lo vuelven a abrazar como un viejo amigo. 

Sólo les deseo que sean lo que más quieren y que esa felicidad de hacer les permita vivir de alegría y felicidad ayudando a los demás. El sistema es cruel y les va a pedir que tengan dinero. Espero que lo hagan;  trascienda el dinero y les dé felicidad. Pero por sobre todo tranquilidad sin deberle a nadie nada, sin hacerle daño a nadie. Los amo mucho hijos y sientan la libertad de elegir si van a una universidad o donde sea la carrera que quieran. Pero eso sí. En lo que están ahora mismo venzan. Así sea un curso o este último año. Pásenlo. Llévense ese logro. Y elijan. Decidan. Porque tienen que responderse a ustedes mismos por lo que deciden. Cada minuto que usan es una decisión de ustedes. Que se la quitan y no vuelve. Decidan y sean felices responsablemente. Los amo con todo mi corazón mis hijos Ángel, David, Daniel. Los amo a mi manera y por igual. No hay diferencia nada más que los nombres que tienen; y que con mucho amor su madre y yo les dimos.



Su papás.