jueves, 27 de septiembre de 2007

EL DUENDE DEL HABILLO













By Angel Nunjar Tapia





Una anciana cargaba chamizas[1] de mosquera[2] sobre su espalda encorvada, mientras; unas aves llamadas “negros chuscos” espulgaban una vaca que descansaba cerca del camino. Los pájaros daban saltos sobre el cerco de un corral que lindaba con el camino como siguiendo sigilosos a la anciana. Mientras tanto, ella se acercaba al animal para ascender por un camino cercano a los antiguos baños públicos. La pequeña joroba de la mujer les parecía atractiva. El atardecer se extinguía opacando la quebrada que en estos meses de sequía dejaba resbalar constante una delgada línea de agua como si el último aliento de fertilidad de los cerros se deslizara como una culebra en busca de un sapo.

____¡Apúrateeeeee!..... ¡Juaaaaan!____ Gritaba, con la garganta exigida, un niño que traía en la mano derecha un lazo de penca de cuero. Aquellos para amarrar las bestias. ___!Espérame no seas malito!.... No me dejes por aquí Carlooos, ¡esperameeee!__ La tarde perdía al luminoso sol. Las sombras de los grandes ceibos de la carretera antigua, crecían como una mancha de hormigas negras que lo devora todo. Las rocas, los palos secos, las borracheras [3] enchopadas, los cerezos que delineaban el camino. Todo era devorado por la mancha oscura de la noche, que convertía el día en un secreto profundo. Los niños regresaban de dejar las mulas en la chacra de don Delfín. Hoy se les hizo tarde. ___ ¡Yo te dije que nos fuéramos mas temprano!___ reclamaba Carlos, el mayor. ___Pero si estábamos perdiendo la apuesta,..... no es mi culpa___ Respondía Juan. Ya la noche les había ganado.






El habillo; árbol de enorme tronco lleno de grietas, junto al puente viejo de la quebrada. Nadie sabía como fue que creció en ese lugar. Don Paco lo tenia como parte del cerco perimétrico que limitaba sus cultivos de arroz; siempre decía a todos que el higuerón ya era enorme antes que algún cristiano pueble estas tierras. Ahí enraizado, lleno de vigor. Algunos imaginan ver en su superficie la forma de un rostro que grita de dolor, como si lo torturaran constantemente. Invencible. Ninguna creciente de la quebrada se lo había llevado. Antes de las lluvias intensas, otro habillo macizo, perdió la batalla contra la quebrada; y junto al puente viejo, fueron arrastrados por las crecidas del fenómeno de “el niño” en el año 83.






Este árbol les esperaba; todos los caminos para entrar al pueblo empezaban aquí; junto con su oscuro pasado. Desde muchos años atrás cuentan los ancianos que cada cierto tiempo el habillo florece para que nazcan sus frutos verdes en forma de disco, que revientan al secarse como una granada dispersando así sus semillas. Cada vez que sus frutos se secan entonces aparece un ser de extraña forma, con el rostro retorcido por inexplicables sufrimientos. Un ser al que todos llaman el duende de el habillo. Esa tarde al pasar escucharon que reventaron los frutos y Juan recogió una de las semillas. Carlos le advirtió __ ¡No las cojas, que te lleva el duende!... ¿No te acuerdas lo que dijo el abuelo?___ Por eso llevaban tanta prisa. Pero la noche ya estaba anunciada.














Semilla de Habillo, proveniente del distrito de Suyo, Ayabaca, Piura, Perú.

Pasaron corriendo tomados de la mano. Acordaron no soltarse si los cogía el duende. Uno de ellos se quedaría para que el otro pueda pasar. Carlos llevaba en la mente quedarse. Su hermano no soportaría aquella aparición. Una lechuza interrumpía la tranquilidad mientras su onomatopeya era escuchada los niños hacían presión en sus manos. Las luciérnagas se encendían tímidas por el camino. De pronto se ausentaron los sonidos del campo. Sólo escuchaban sus corazones latir y un zumbido intenso que parecía estallar en cualquier instante.





De pronto unas carcajadas irónicas congelaron el silencio. Lo sabían. Aquella endemoniada risa provenía desde el tronco del habillo. Un golpe seco quebró las ramas del cerco de la chacra de don Paco, como si un pesado bulto le hubiese caído encima. ____¡Jajajajajjaja jaaaaaajajaajaj, miedosos quiero enterrarlos conmigooooo!___ aquellas voz burlesca les paralizaba el corazón. Juan cerró los ojos y corrió instintivamente; al sentir que Carlos le empujaba con las manos la espalda. Tenía la certeza que su hermano lo ayudaría. Él, le defendió de los que le afrentaban en la escuela. Él, asumió la culpa de todas sus travesuras ante su padre. Él, se quedaría en su lugar. Lo supo al sentir su mano empujándolo. Juan corrió y corrió... Con los pies ligeros; llevando en su mente lo que mas le importaba: Salvarse de su propio miedo. No sintió las piedras de la quebrada; tampoco los resbalones en la loza del badén de aquel paso; ni las aguas frías que mojaban sus zapatillas venus [4] con las que ganó tantas apuestas en el fútbol. Llegó hasta la pequeña garita de la Guardia Republicana, y grito: ____ ¡Carloooossss!.... Mi hermanooo, mi hermanito se lo cogió el duendeeeee.___ Carlos avanzaba entre tropiezos, pareciéndole interminable aquel instante. La aparición le azotaba la espalda en su huida, con un látigo pegajoso que sentía cortar su espalda. ____ ¡Ven desgraciado, el que toca mis semillas lo entierro conmigoooo...ven que mi alma te busca, ven a miiiiii.....aaaaahhhh. No me dejes solo aquiiii. Lo prometiste... tu hermano por ti! __ Le gritaba aquel espanto, con tono irónico y de súplica. Carlos corrió dejando en el camino su camiseta azul. Aquella que le había dado tantos triunfos en sus interminables tardes de fútbol junto a su hermano Juan.





Dejó de correr hasta sentirse iluminado por una lámpara que delineaba sombras tristes en la calle. Abrazó a su hermano. Se perdieron por la carretera hasta llegar a la casa de los Cobas. Carlos tenia la mirada ausente y le temblaba el cuerpo. Juan apretaba la mano de su hermano susurrando un ave maría entre llanto, cortando su murmullo, con un jadeo de cansancio.





Al otro día la novedad en el pueblo. ___ ¿El gentil ha sido?....¡será el duende!___ Báñalo con matico y frótale una barra de azufre__ El duende. ¡Es el duende!... Doña Isidora nos ha dicho que ella lo ha escuchado reírse sobre el habillo. Las semillas ya estaban reventando pues...¡Ese demonio.... si no llevas una cruz seguro te latiguea!___ Murmuraban tres mujeres que compraban carne en el mercado del Pueblo. ____Llévenlo donde el padrecito para que le rece__ Al unísono concluían la reunión.








Al año siguiente, del mismo día en que sucedió aquello, Juan lloraba cerca de su hermano Carlos. Su cuerpo; antes lleno de vitalidad, se fue escurriendo. Carlos se convirtió en pusilánime. Nunca dejaba el rosario que le dejó el padre Calle a pedido de sus padres. Cuando agonizaba apretó la cruz y susurró a su hermano al oído ____ El tronco Juan...esta noche deja la semilla en el tronco Juan...devuélvela... quema ese tronco hermanito....Lleva el hacha que nos regaló el abuelo y pártelo por la mitad... busca la caja de huesos... arrójalos al mar... hermano hazlo..por que....___ y se fue desvaneciendo con el rostro pálido, amarillento. Era exactamente las seis de la tarde. Completamente adelgazado, como si la vida le hubiese sido succionada lentamente, sorbo a sorbo. Cuando fueron las doce de la noche dejó de existir.








___Se lo llevó el duende del habillo___decían los acompañantes del velorio. La señora Isidora frecuentaba este camino por las tardes con la precaución de llevar un rosario en su mano derecha. ___Se oían las risas como de dos personas; pero de lejos.... como si me veían de lejos ..___ Les contaba a los dolientes al abandonar el cementerio del pueblo de Suyo[5].





Juan se quedó solo en el cementerio. Introdujo su mano izquierda en el bolsillo. Abrió su mano sobre el montículo de tierra en el que fue sepultado su hermano y dejó caer una semilla de habillo. ___ Tenia miedo... hermanito.... tenia miedo.. no lo pude hacer... perdóname Carlos.. perdóname...___ Luego se fue.


Piura, Perú, marzo del 2004.

[1] Chamizas: Arbustos secos, menudos, de poco peso; usados para la combustión de cocinas rústicas
[2] Mosquera: Arbusto de tallos en forma de “Y”. Sus hojas tienen en la superficie una sustancia pegajosa sobre la cual se pegan los insectos, en especial las moscas.
[3] Borrachera: Planta de hojas de forma acorazonada ricas en alcaloides, que se mantiene verde en tiempos de sequía.
[4] Venus: Marca de zapatillas ecuatorianas.
[5] Suyo: Pueblo capital del distrito de Suyo, Provincia de Ayabaca, Departamento de Piura, País Perú.